Desenlaces

Hoy es el día 2 de 4 que se ha tomado Narciso Sánchez para descansar y meditar según su pueril carta-twit. Del ‘venimos a que nos hagan la pelota’ de Pretty Woman’ al ‘hago me voy para que me hagan la pelota’. Victimita. Como Harry. O su mamá. Inaguantables todos.

En el entretanto, no recuerdo ahora mismo sé si en ese tostón de carta que no me pienso leer o en alguna declaración, Sánchez ha dicho eso de ‘confío en la justicia’.

Yo no, Señor Sánchez. Acabo de recibir una sentencia adversa y terriblemente injusta, y pienso recurrir. Todo después de estar esperando varios años. Confiando una mierda en los jueces a los cuales recurro, pero hay que hacerlo sí o sí. Algún día daré detalles del tema, ahora no se debe. Usted siga de victimita cuatro días, yo me he tomado unos segundos para ello y vuelvo a trabajar. Usted dentro de unos años tendrá una pensión extraordinaria y dará charlitas. A mí sólo me quedará rezar y esperar, sin miedo ni esperanza, algún desenlace favorable y que el tiempo ponga a todo el mundo donde se merece.

Pasando por el Parlamento

Si empiezo a pensar en la gente que hay dentro, en los chulos del todo a 100 de los nacionalistas o en los que les bailan el agua, no me fijaría en la belleza que hay fuera del Parlamento (no me gusta decir Congreso de los Diputados porque no tengo ni idea de para qué sirve el Senado). Así que paso por allí de noche. Veo la señorial entrada. Y disparo.

Por qué no he visto ni veré a Mercedes Milá

Ahora que se vuelve a hablar de Mercedes Milá recuerdo el momento exacto en el que decidí no verla jamás. Ocurrió en los años 80. Diría que aproximadamente en 1986, aunque por supuesto no tengo la enciclopédica memoria televisiva de Doña Rosa Belmonte. En aquella España de desembarco y rodillo socialista la televisión llegó a un máximo de manipulación y sectarismo. Si se ha superado o no sería objeto de encendida discusión. 

Y apareció Mercedes Milá, que recuerdo que por entonces ya debía ser conocida. Y tuvo un programa en lo que años después se dio por llamar el prime time. Conociendo al papá de la exministra, supongo que porque sería del agrado del poder socialista.

En un programa vino alguien de derechas. Ni recuerdo quién fue, pero sí recuerdo que estaba diciendo cosas inconvenientes para el power. Dando un buen repaso. Cantando las cuarenta. Y en ese momento, oh, pillada, la pijiprogre condesita heredera, fue sorprendida mientras se dirigía a una cámara haciendo con el dedo corazón e índice el gesto de las tijeras. Cortad a este tío. No nos conviene lo que está diciendo.

En la España de los dos canales, el normal y el guachefe (UHF) lógicamente fue de lo más comentado. Su descaro absoluto. Pero lo mejor vino una semana después, cuando comentó el incidente. Lejos de disculparse, soltó una perorata en la que ni siquiera se molestó en poner la excusa de la publicidad y terminó haciendo lo que hasta entonces yo no había visto, ni he vuelto a ver jamás. Dirigiéndose a la cámara, es decir, mirando al telespectador, con un tono de bronca desagradable, dijo:

Y QUE SEPAN USTEDES QUE YO NO CORTO A NADIE

(lo he buscado en Youtube, pero no está, afortunadamente su irrelevancia es grande)

No sé si me dio más asco el YO tal y como fue pronunciado o que alguien fuese tan rematadamente maleducada como para abroncar a los españoles mientras se estaban sentando delante de la televisión. A algunos, como a mis padres o mis abuelos, se les atragantó la cena.

No he vuelto a ver a esa diva tan desagradable. Ni un solo minuto. Ni lo volveré a hacer.

Para el caso de que les vuelva a abroncar la diva Milá en la cena. Bueno, y para todo momento, siempre conviene saberlo o recordarlo. Foto Real Distan

Investigación sobre María

Investigación sobre María. De Marco Vannini y Corrado Augias. Editorial Aguilar, 2014

En formato monólogo y diálogo un filósofo y un periodista y político hablan de la Virgen María de forma exhaustiva. El (exiguo) relato evangélico, los evangelios apócrifos, la imagen de María en el arte… Un libro muy interesante que da alguna sorpresa y que está escrito con respeto, rigor, erudición y curiosidad científica. Me ha resultado una lectura interesantísima, y he aprendido mucho sobre el tema, desde mi fe. Destaca, por repetitivo, el tema de la simpatía popular hacia la protagonista del libro. Teología, ciencia, arte, mitología, historia, mística y mucha mucha sabiduría. Una lectura muy recomendable.

Calificación 8/10

Momentazo Investigación sobre María: Saber que María tenía una hermana, y que eso aparece en un Evangelio canónico. Casi un certificado de mi propia incultura religiosa.

Adiós a las luces de Navidad

Ya sé que hay personas para las que es discutible y un derroche. Pero tener la oportunidad de ver una ciudad tan bella como Madrid engalanada de luces de Navidad es todo un privilegio.

Las imágenes son de hace una semana, y ahora que las fiestas de Navidad han terminado y volvemos a la realidad entre toses y mascarillas, me apetece poner un infinitésimo de las fotos que sacamos. Fuimos en el autobús de las luces de Navidad, en uno que han bautizado como Naviluz. Saliendo de la entrada lateral del Museo del Prado, al lado del Ritz. Buena organización y recorrido algo mejorable, pensaba que había más Gran Vía, pero si te metes un 3 de enero a las 20,00 h por allí, igual no sales.

Con o sin luces de Navidad, qué bonito es Madrid.

Ronda rápida

De mi periódico favorito, 5 de enero

Pedro Alonso: El éxito de La casa de papel puede arrasar al más pintado

Pues sí, pero la última temporada me la dejé a medias, me interesaba poco y menos.

José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo se casan

Pero Jose ¿no es un poco joven para ti? Bueno, qué más da, enhorabuena.

Andrew Lloyd Weber pide que se bendiga su casa para echar a un fantasma

… de la Ópera juas juas juas

La explosión de un patinete cuando se cargaba destroza dos viviendas en San Blas.

La mierda de los patinetes. Seguro que en unos años serán sólo un mal recuerdo.

Ortega Smith se revuelve contra Almeida tras reprobarle…

Tras reprobarLO, periodista. Ortega Smith es un chulo barato. Vox necesita menos Ortegas y más Espinosas de los Monteros.

El Barcelona gana de penalti regalado

Toujours Negreira

Necrológica. Francisco R Arévalo

Qué gran tipo, no me hacían mucha gracia sus chistes, pero él sí. Y viendo lo políticamente incorrectos que serían ahora los chistes, mejor me cae. Descanse en paz.

La DGT permitirá a los menores conducir acompañados desde los 17 años.

Buscando votejos con nuevas chorradas.

‘A Clinton le gustan jóvenes’ [sobre el caso Epstein]

Y ya sabemos lo que significa jóvenes en este caso. No se refiere precisamente a becarias. Cerdo.

Rescatan a 21 esclavas a 150 euros al mes en un taller textil tapadera

Espero que caiga sobre esa gentuza el peso de la ley con la mayor severidad posible.

Sortu alentó casi 500 actos a favor de ETA en el último año

Pues repito el comentario anterior, pero con ninguna esperanza.

El Vaticano dice que la bendición a parejas gays no es una absolución

Pues vaya novedad. Cuantísima manipulación hay en todo esto. Recomiendo leer la fuente primaria para evitarla.

Los propósitos y el prepósito

Propósitos de Año Nuevo. Todos ellos cuantificables en su cumplimiento. Me guardo las cifras de algunos. Todos juntos, me da igual lo de quien mucho abarca… Ya dará tiempo a desabarcar.

1.- Perder peso. Mucho. xx Kg antes del 31 de diciembre. Sin dietas.

2.- Escribir en el blog. Todos los días laborables. No pongo número de seguidores, no depende de mí.

3.- Aprender alemán. Aprobar el B1 del Instituto Goethe del xx de noviembre.

4.- Aprobar las dos asignaturas de derecho en las que estoy matriculado

Próxima revisión el 1 de febrero. A día 3 de enero: 1 Razonablemente bien 2 Bien 3 Regular 4 La cosa empieza a pintar regular.

Demasiado propósito. Igual dentro de unos meses sólo queda… el prepósito

Arturo Sosa, prepósito general de los jesuitas. No sé qué será de los propósitos, pero siempre nos quedará el prepósito. Foto Irekia

Colocarse y al lora

Enrique Tierno Galván ha sido el alcalde más siniestro y sobrevalorado que ha tenido Madrid. Todo lo que le rodea en su bio es exagerado, leyenda urbana o simplemente fake. Empezando por lo más sencillo, su apodo, el Viejo Profesor, que es… mentira. Vayan ustedes a Google, vayan, y comprueben con pasmo cómo en el año al que me voy a referir el Viejo Profesor ni siquiera era viejo… ni lo fue nunca.

En plena época de la Movida Madrileña, y en la Zona Cero temporal de la chulería y soberbia del ‘loz zocialihtah hemoh ganaaaao’, Tierno fue a un concierto. Era 1984. Y dijo aquello de ‘el que no esté colocado, que se coloque y al loro’. Frase que ya entonces sonó viejuna e inaceptable. Convertido en un más que injustificado mito, no vivió mucho más después de aquello. Se montó un entierro en Madrid que se puede definir con una sola palabra que le encantaba a mi padre: Astracanada.

Hoy he empezado a tomar el lorazepam. Ante un próximo reto febrerino que resulta una auténtica montaña (no, no exagero, ojalá), el médico me lo ha recetado para los malos momentos. Así lo ha dicho. En realidad su frase ha sido ‘para los peores momentos, no lo tomes todos los días’.

Así que ahora trato de escribir mi post diario, ése de los propósitos de Año Nuevo, bastante colocado. Con sensación de sueño, losa en la cabeza, borrachera, pero eso sí, con la ventaja de sentir que todo me la sopla, con una concentración plasmática de un estupendo hipnótico de lo más chupiguay. ¿Que chupiguay es viejuno? Pues claro, como el profesor que no era viejo.

Así que a colocarme y al lora.

Ese lorito blanco que corre por mis venas

Jaaaarl

El tío que quiso ver la Musikverein

Va despertándose el día de Año Nuevo, en mi Pardi, lleno de niñatos que se meten en el cajero de la oficina bancaria a contemplar los desvelos de las últimas sombras; y rodeado de una ligera niebla tardía que está descendiendo sobre nosotros.

Hablo del día de Año Nuevo, no del Año Nuevo. Todo el mundo sabe que 2024 no empezará hasta que suene la Marcha Radetzky.

Ahora sí, coñes, ahora sí es Año Nuevo

Recuerdo al tipo que se empeñó en ver la Musikverein. Era 2016. Fui a Viena buscando a un hombre llamado Harry Lyme o al menos a mí mismo. No encontré a ninguno, ni siquiera a un tercero. Pero ese tío delgado, buena persona, con gafas y ademán siempre seriérrimo, era capaz de contar con ese gesto de jefe de negociado de Ministerio cosas interesantes y divertidas. Y nos contó que toda su vida había soñado con ese momento. Como mi intención era la Cripta Imperial, cada uno se fue a su destino. Volvieron él y su mujer radiantes. Habían cumplido un sueño. Uno relativamente fácil de realizar, pero como ya saben ustedes, las caras siguen siendo las mismas independientemente del tiempo, calidad o cantidad de deseo que le hayan puesto a todo el proyecto.

Que no es la Ópera, que está en la otra acera un poco más abajo. Pero eso ya lo sabían ¿no? Foto Welleschik

Juan, llamémosle así, había visto todas sus mañanas conscientes de Año Nuevo el concierto. Cuando se casó, con una mujer maravillosa, a la que yo siempre había conocido de vista en mi facultad, decidió vivir sin televisión durante un tiempo. Por voluntad propia, como principio, sin talibanismo aunque lo pueda parecer. Simplemente no le interesaba. Lo consiguió. Con esa rectitud de espíritu que yo sólo había visto a mi abuelo Juan Antonio, seguramente por eso le cogí tanto aprecio. Supongo que durante su despantallamiento voluntario, algo más corto que el destierro del Cid, vería el Concierto de Año Nuevo en casa de su familia de origen.

Juan tuvo que deshacer preconceptos, puesto que en un grupo grande siempre hay media docena de personas convencidas de que la pizza no debe llevar piña (ojo, todo el respeto a esos hijos de la gran puta) o que el Concierto de Año Nuevo se celebra en la Ópera de Viena, y no en el recinto que visitó Juan, a unos cientos de metros al otro lado de la misma avenida vienesa.

Supe de Juan hace poco por un amigo común. Su hija había empezado a estudiar un ‘doble grado’. Farmacia y nosecuantitos. Juan no es de los que se paseará por ahí engallado diciendo la recauchutada y vulcanizada memez de que su hija estudia dos carreras. No es de ese tipo. Alguien que ha estado años sin televisión por principios no lo es. 

Y en los momentos previos al concierto, a pesar de que hace cuatro años que nos vimos por última vez, siempre le dedico un recuerdo al tío que vivió un tiempo sin tele y que aquella calurosa tarde vienesa se desgajó de nuestro grupo de turistas para visitar aquel lugar. Su lugar. La vida, que da tantas vueltas, seguramente hará que nos volvamos a encontrar. 

Disfruten de lo poco que queda de 2023, y (solamente) cuando suene la Marcha en la Musikverein, feliz 2024.